Masajear a tu bebé es una gran oportunidad para tener un momento de calidad juntos. También, puedes hacerlo como parte de su rutina de relajación, para ayudarlo con su digestión o cólicos, para despertar sus sentidos o antes de ir a la cama. No solo será riquísimo y relajante para tu bebé y para ti, sino que trae ¡muchos resultados positivos! Como darle seguridad y aumentar aun más ese inquebrantable vínculo de mami y bebé.
Por esto, a continuación comparto contigo un paso a paso para un masaje básico, ¡pero increíble! Para disfrute tanto de mamá como de bebé.
Asegúrate de preparar el ambiente para el momento del masaje. Pon un poco de música dulce y suave, una luz no tan fuerte, hazlo en un lugar cómodo y con una buena temperatura. Idealmente, sin ruidos ni otras distracciones.
Para el masaje, utilizaremos aceite. Pueden ser aceites naturales de fragancias suaves, como de rosas o lavanda, o aceite de bebé. (Nuestros favoritos son el de rosas y el de avellanas. También me encanta el olor del aceite Johnson’s morado.)
Con el espacio y materiales listos, prepara a tu bebé. Como lo haremos en un lugar con buena temperatura, lo recomendable para el masaje es hacerlo con la menor ropa posible. Así que deja a tu pequeño solamente en pañal. También, te recomiendo contarle a tu bebé lo que están a punto de hacer. Explícale que le harás un masaje con una voz dulce y mirándolo a los ojos. Colócalo boca arriba para empezar frente a frente.
Con las manos muy limpias, aplica el aceite y caliéntalo frotándolo en tus manos.
Empieza de arriba a abajo. Por la cabecita, con movimientos suaves y circulares en su cuero cabelludo. Sonríe dulcemente y crea un ambiente seguro.
Sigue masajeando por su carita, delicadamente en sus pómulos, continúa por su frente y al rededor de su boquita. Acaricia sus orejitas y sigue bajando.
Cuando llegues a su pecho, masajea suavemente hacia abajo y en su pancita haz movimientos circulares en sentido del reloj. Esto ayudará mucho a su digestión y a sus gasesitos.
Sigue por sus piernitas. Desde más o menos la ingle hasta la punta del pie, masajéalo de arriba a bajo con tu mano al rededor de su pierna, en forma de ordeño.
Cuando llegues a sus pies, estira delicadamente sus dedos uno por uno y con tu pulgar realiza movimientos en forma de 8 en la planta de su pie.
En sus brazos es algo similar. De arriba a abajo en forma de ordeño desde las axilas hasta las manitos. Luego toma sus manos y masajéalas delicadamente en círculos.
Por último, dale la vuelta despacio y cuando esté en una posición cómoda puedes masajearle su espalda con la palma de la mano de arriba a abajo.
Cuando termines, agradécele a tu bebé por el masaje exitoso, llénalo de besos y ponle ropita cómoda. Te recomiendo conversarle todo lo que estás haciendo durante el masaje con una voz tenue o cantarle una canción dulce, la que más le guste.
¡Espero que disfruten mucho los dos!
Commentaires