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Bañar a tu bebé debe ser una de las actividades más divertidas y bonitas del día. Es el momento ideal para compartir juntos un momento agradable y relajante, y es muy importante que tu bebé relacione la hora del baño de manera positiva y se familiarice con la misma.
Cuando tu bebé esté listo para un baño de tina, puedes tener en cuenta los siguientes consejos para que la hora del baño sea un éxito completo.
Antes de nada, prepara todo lo que necesitas y tenlo a tu alcance. Esto es muy importante porque durante el baño no puedes dejar al bebé sin supervisión. Entre estas cosas pueden estar el jabón o shampoo del bebé, su toallita, crema para hidratarlo después del baño, pañal y ropa limpia.
Llena la tina con agua tibia y prueba la temperatura con tu codo antes de meter al bebé.
Cuando la temperatura esté agradable, sumerge al bebé en el agua lento y gradualmente. Así evitarás que se asuste y el agüita tibia hará el resto.
Empieza limpiando su carita, luego su pecho y su espalda, la zona del pañal y por último su cabecita. Poner el shampoo al último previene que la cabecita del bebé se enfríe al quedarse mojadita mucho tiempo.
Retíralo de la tina y recíbelo con su toallita. Al momento de secarlo, procura secarle bien su cabecita y todos sus pliegues. Los residuos de agua pueden provocar que la piel se irrite.
Aplica la crema hidratante o aceite de bebé dando masajes suaves y armónicos. Esto ayudará a que tu bebé se relaje. Empieza con movimientos circulares desde su cabecita bajando hacia todas las partes de su cuerpo.
Después de esto, ponle su pañal (crema anti pañalitis), y vístelo con ropita abrigada o acorde al clima.
La hora del baño debe ser un momento emocionante y un juego para ti y tu bebé. Es buena idea hacerlo a la misma hora todos los días, así tu bebé podrá relacionarlo, por ejemplo, con empezar el día fresquito o listo para ir a dormir relajado.
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